¿Alguna vez te has preguntado quién pone nombre a los temporales? Cada vez que vemos los titulares en los medios de comunicación sobre un temporal, nos preguntamos de dónde proviene su nombre o quién lo ha elegido. Hoy vamos a descubrir quiénes son los encargados de poner nombre a los temporales y cuál es el proceso detrás de la elección de los mismos.
La elección de los nombres de los temporales es un proceso que se lleva a cabo por diferentes organismos meteorológicos del mundo. En España, por ejemplo, es el Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) quien se encarga de nominar los temporales. Pero, ¿cómo se deciden los nombres?
La AEMET tiene un listado predeterminado de nombres para los temporales, que se establece al comienzo de cada temporada. Estos nombres se organizan en orden alfabético y se establecen siguiendo un criterio geográfico, tomando como referencia los países del Mediterráneo. Por ejemplo, el primer temporal del año que afecta a España se llamará «Ana», el segundo «Bruno», el tercero «Carmen» y así sucesivamente.
La elección de nombres para los temporales sirve para hacer más fácil su seguimiento y comunicación. Además, ayuda a sensibilizar a la población sobre los riesgos que pueden entrañar estos fenómenos meteorológicos y fomenta la cultura de la prevención. Ahora que sabes quién pone nombre a los temporales, estarás más preparado para estar al tanto de las noticias meteorológicas.
El nombre de las tormentas: ¿Quién decide?
La temporada de huracanes, tifones y ciclones tropicales es un fenómeno natural que ocurre cada año en diferentes partes del mundo.
Estas tormentas son conocidas por sus nombres, pero ¿quién decide qué nombre se les dará?
En primer lugar, es importante destacar que cada región del mundo tiene su propio sistema de nomenclatura para estos fenómenos. En el Atlántico, por ejemplo, se utilizan los nombres de una lista establecida por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que se va rotando cada seis años.
El objetivo de nombrar las tormentas es facilitar la comunicación entre los meteorólogos, los servicios de emergencia y el público en general. De esta manera, se pueden emitir alertas más precisas y se puede hacer un seguimiento más efectivo de la tormenta.
En general, los nombres de las tormentas suelen ser seleccionados por los servicios meteorológicos nacionales de cada país afectado. Estos nombres suelen ser elegidos de forma estratégica para evitar confusiones y para que sean fáciles de recordar para el público.
En algunos casos, los nombres de los huracanes pueden estar basados en la cultura local. Por ejemplo, en el Caribe se utilizan nombres de origen español, mientras que en el Pacífico se utilizan nombres de origen japonés.
Además, en algunos casos, los nombres de las tormentas pueden ser retirados de la lista si han causado daños significativos o han sido muy mortales. Por ejemplo, el nombre «Katrina» fue retirado después del huracán que devastó la costa del golfo de Estados Unidos en 2005.